lunes, 29 de octubre de 2012

LA "RODILLA DEL CORREDOR"
by HARMONIA. Centre de fisioteràpia i estética



Que levante la mano quien alguna vez no haya corrido con dolor de rodilla. ¿Nadie?
Una de las causas más comunes del dolor de rodilla en el corredor es la inflamación de la parte lateral (externa) de la rodilla, de tipo constante, punzante, y que lo manifestamos como “dolor que impide seguir corriendo”, sin embargo no hay necesidad de llegar al punto de que no nos permita correr o que nos duela el solo hecho de caminar. Debemos estar atentos a este tipo de dolor para que podamos prevenir una lesión mayor.
A la rodilla le llegan diferentes músculos. Por el lado de afuera se encuentra el músculo vasto lateral y la cintilla iliotibial, por la parte de adentro está el músculo vasto medial y por el centro llega el tendón del cuadriceps. Los músculos llegan al hueso en la forma de tendón (que es el tejido que se inserta directamente al hueso). Habitualmente debajo de los tendones se encuentran unas bolsas que se denominan “bursas” y  debido al roce o fricción, los tendones se inflaman, y las bursas  se vuelven dolorosas, hasta que llega el momento en que impidan realizar la actividad físicas deportivas.
La “Rodilla del Corredor” consiste en que a la cintilla iliotibial, al correr siempre o repetidas veces en superficies duras y sin mucha amortiguación le ocasione tensión de este tejido, provocando que en su paso por la rodilla roce con la bursa y el fémur, fricción que provoca un dolor intenso.
Si a esto añadimos el hecho de que muchos corredores no realizan ejercicios de estiramiento antes y después de su actividad, entonces y con mayor razón la musculatura lateral del muslo se mantiene tensa y adolorida. Las características del dolor son de tipo punzante y localizado en la cara lateral de la rodilla, que se da más, al descender en pendientes y ocasionalmente al ir cuesta arriba, presentándose también al ponerse de pie después de estar sentado.
El tratamiento inicial es a base de frío local por dos o tres días, estiramiento muscular intensivo, ejercicios para fortalecer la musculatura interna de los muslos, y antiinflamatorios vía oral. Realizar actividades deportivas de bajo impacto como lo es la natación por unos días, además de disminuir la carga de entrenamiento, y no correr en superficies duras. Al paso de los días sumamos terapia de calor para la rodilla, continuando con los ejercicios de estiramiento.
La principal causa de esta lesión es realizar la práctica deportiva en terreno con superficie dura y el uso de calzado inadecuado según la superficie. La rodilla del corredor También puede resultar de la acción de un defecto estructural, como una rótula ubicada en posición demasiado alta en la articulación de la rodilla (patela alta), o un tendón de los músculos poplíteos demasiado tensado, tendones de Aquiles tirantes, o por debilidad en los músculos del muslo que, habitualmente, contribuyen a estabilizar la rodilla.

Tratamiento para el síndrome de la rodilla de corredor basado en la fisioterapia:
  • Reposo: evitar repetir el o los movimientos que ocasionaron la lesión.
  • Frío en las primeras semanas para disminuir la inflamación y el dolor antes y después de casa sesión de rehabilitación.
  • Estiramientos pasivos y asistidos para el tensor de la fascia lata y preferiblemente para toda la cadena muscular lateral afectada.
  • Si hay mucho dolor que impida realizar el estiramiento o el músculo esta muy contracturado, es recomendable realizar una relajación manual del músculo previamente antes de hacer cualquier estiramiento (técnica Miofascial).
  • Kinesiotaping, se puede colocar para relajar las fibras musculares y posteriormente para aumentar el tono de las mismas.
  • ejercicios de fortalecimiento.
  • ejercicios de propiocepción y reeducación de gesto deportivo.
A continuación se detallan algunos estiramientos recomendados antes y después de los entrenamientos.





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